Spinning

El tremendo catarro que me ha tenido enclaustrado este ultimo mes de Noviembre ha hecho que al final me decidiera a apuntarme al gimnasio ,con la idea de tonificar un poco mi cuerpo y mantener la forma física en lo posible .
El primer día que llegué a la clase de spinning, viendo el panorama que tenia alrededor, bastantes cincuentañeros, algun treintañero claramente pasado de peso y varias amas de casa me hizo llegar a la precipitada conclusión, de que aquello no podía ser muy duro. Craso error, mis primeros diez minutos sin haber calentado ya me hicieron ver que aquel iba a ser un rato mas largo de lo que a primera instancia había pensado. Acostumbrado al ritmo de la bici de monte en el que te permite ir ahorrando esfuerzos para luego emplearlos en las zonas mas duras, aquí te obliga constantemente a ir empujando a tope , para buscar el máximo de cadencia y esfuerzo en todo momento. Por curiosidad me llevé el pulsometro al cuarto entrenamiento y cual fue mi sorpresa al ver que en uno de los momentos al final de la sesión me encontraba por encima de lo que yo hasta la fecha consideraba mi frecuencia cardiaca máxima. Las sensaciones a posterior , al día siguiente fueron de piernas cargadas , e inclusive el primer día me sorprendió encontrar agujetas en el cuadriceps. También he notado como ahora en la bici voy algo menos estático, levantandome mas en los repechos.
Hoy voy a dar una vuelta con la bici de verdad, tengo curiosidad por ver como me encuentro después de 12 días de no cogerla y cinco sesiones de spinning entre medias.