Paradojas

Hoy he estado viendo el partido de cuartos de final del Mundial entre España y Paraguay. Ahora que ha terminado, con un resultado feliz para los nuestros me he asomado a la ventana y lo primero que he visto es al niño pequeño de la familia Rumana que vive justo de frente a mi casa corriendo por la acera con una bandera Española atada al cuello a la manera de una capa.
Curioso, por que el equipo que ha hecho que me emocione de esta manera y que fluyeran todos mis sentimientos hacia fuera en casi un noventa por ciento es el F.C. Barcelona, no precisamente el equipo de mis amores. Pero de repente un cambio de camiseta me ha permitido disfrutar de estos jugadorazos que habitualmente martillean mi moral.
Estos días, cuando después de los partidos , conectan con las celebraciones de la gente, me resulta muy llamativo ver en las imagenes a personas de clara ascendencia extranjera, Asiáticos, Africanos e Hispano americanos, todos enfundados con la camiseta roja perfectamente mezclados con los seguidores españoles, ondeando nuestras banderas
Lo mas curioso, es que seguro que en alguna zona de nuestra geografía, algún hijo de Extremeños o Andaluces , simpatizante provablemente del equipo azulgrana habrá sufrido una decepción con la victoria de sus jugadores y del equipo que los intenta representar.